La Broqueta - Barcelona, Barcelona

Jess S. M.

Primera vez que pruebo una paella. Y para una persona que no es fan de los mariscos, me sorprendió para bien. También probamos la crema catalana y nos gustó mucho.
El ambiente es hermoso y la atención de 10. Super recomendable!

M S.

Fuimos a cenar, no teniamos reserva y nos cogieron, de hecho nos cambiaron a una mesa mejor. Pedimos berenjenas con miel, croquetas de rabo de toro y surtido de fritura a la andaluza. La comida muy buena, el surtido muy generoso. No pedimos postres porque no parecian caseros, pero tuvimos suficiente con las tres tapas.

Nos atendió Brigite y Diego, muy atentos y serviciales. Al final si queriamos nos ofrecieron digestivo de cortesia.

Muy contentas, recomendamos el sitio.

monica C.

Primera noche en Barcelona, y al caminar nos encontramos con este bello lugar.
Sin embargo diego nuestro mesero nos hizo la noche, cin una atención cálida super atento.
Nos recomendó lugares y las sugerencias del menú 10/10.
Siendo la primera vez nos recomendó probar de postre crema catalana uff deliciosa.
Mil gracias, Diego por todo!

Joaquin S.

Riquísima la comida y el ambiente! La atención fue excelente, comimos super bien y tuvimos una muy agradable atención, sin dudas volveremos a seguir probando otras cosas del menú!

Vero A.

Ha regresado 3 veces a este lugar porque amo su paella. Son muy atentos y amables con los turistas. Lo remodelaron y se ve más amplio y bonito el restaurante

Rodrigo C.

Espectacular el lugar. Desde el servicio en la entrada, la mesa, la comida un 10. Te traen unas olivas con la bebida y al pedir la cuenta unos licorcitos. Comimos calamares, bravas y setas con queso.

David M.

Excelente lugar para tomar tapas, gran cantidad y variedad. El mismo camarero nos advirtió que las raciones eran generosas. Suerte que le hicimos caso. El servicio fue excelente Diego y el resto de personal. Un 10 relación calidad precio.

Vicente C.

Una experiencia decepcionante en un restaurante que resulta ser solo una trampa para turistas

Visité este restaurante con muchas ganas de disfrutar de una buena experiencia de tapas y paella, pero lamentablemente, lo que viví fue todo lo contrario. Desde el momento en que me senté, me di cuenta de que algo andaba mal. Decidí empezar mi visita con una sangría en la terraza, algo que considero completamente normal en cualquier restaurante de este tipo. Sin embargo, el camarero no tardó en mostrar una actitud molesta por el hecho de que no había ordenado comida inmediatamente.

El colmo llegó cuando, de manera bastante brusca, el camarero empezó a insistir en que pidiera algo del menú, mencionando incluso que su jefe, el dueño del restaurante, se enfurece cuando ve que los clientes ocupan mesas solo para beber. Lo más absurdo de la situación es que el restaurante estaba prácticamente vacío, con un 80 % de las mesas sin ocupar. ¿Qué daño podía hacer yo sentándome a disfrutar de mi sangría en una terraza desierta?

Esta presión constante para pedir comida cuando claramente no había prisa ni necesidad me pareció totalmente fuera de lugar. Es absurdo que, en lugar de hacerme sentir bienvenido, me empujaran a consumir más de lo que quería solo por una política absurda de un propietario que evidentemente no tiene idea de cómo tratar a sus clientes.

El ambiente que debería haber sido relajado y agradable se transformó en una experiencia incómoda y frustrante. Entiendo que cada restaurante tiene sus normas, pero lo mínimo que se espera es que haya un equilibrio entre las reglas y el trato al cliente. En lugar de preocuparse por la satisfacción del cliente, parecían más preocupados por sacarles dinero a los pocos que estábamos allí.

Al final, decidí no pedir nada más y me fui con la sensación de haber caído en una trampa para turistas. Es una pena, porque la ubicación y el concepto del restaurante podrían haber sido atractivos si no fuera por la manera en que gestionan su negocio y tratan a los clientes.

Si estás buscando una auténtica experiencia de tapas o paella, mi consejo es que busques en otro lugar. Este sitio parece más interesado en exprimir a los turistas que en ofrecer una verdadera experiencia gastronómica española.